En la esquina de Padre Mier y Escobedo, en el mero corazón de Monterrey, se mantiene en pie un hermoso edificio que se distingue del resto de construcciones a su alrededor por su estilo art déco de suma belleza, se trata de la Casa Langstroth.
Antecedentes de la Casa Langstroth
La ferretería Casa Langstroth se fundó formalmente en 1857, por iniciativa del empresario James N. Langstroth, quien nació en Filadelfia, Estados Unidos, el 11 de Octubre de 1813.
Desde muy temprana edad se adentró en el terreno del comercio en el estado de Texas, en donde contrajo nupcias en 1853 con Doña Francesca Leichardt.
El también excoronel del Ejército Confederado durante la Guerra Civil de Estados Unidos, estableció actividades comerciales en territorio texano y mexicano, específicamente en Tamaulipas hasta que logró establecerse en Monterrey.
Como se dijo líneas arriba, la Casa Langstroth se fundó en 1857 como una ferretería en la que también se comercializaba una gran cantidad de productos como muebles, cristales, artículos de mercería, telas, entre otros productos.
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En un primer momento se instalaron en un predio ubicado en lo que ahora es la acera poniente de de la avenida Juárez, entre Padre Mier y Morelos, ya en 1871 se cambiaron a su ubicación definitiva: la esquina sureste de Padre Mier y Escobedo.
A pesar de la muerte de Langstroth, sus familiares continuaron con el negocio.
Ya en el nuevo siglo, en 1901 se construyó un nuevo edificio para alojar a esta ferretería, se trata de un edificio de 3 pisos de corte clásico, muy acorde a la época.
La construcción de la nueva Casa Langstroth
No fue sino hasta 1922 cuando se construyó el actual edificio; la obra estuvo a cargo de Frank J. Wood Yard Jr., quien vino a Monterrey para colaborar en la construcción del Puente San Luisito y a partir de ahí realizó varios proyectos en nuestra ciudad.
El resultado fue notable: un bello edificio de corte art déco, en el que destaca su hermoso frontispicio, su puerta central y las columnas.
Fiel a la usanza de las construcciones del principio de siglo en Monterrey, en la parte alta se colocó la fecha de construcción y en este se acompañó el año de fundación de la empresa: 1857 – 1922.
El negocio prosperó por décadas y fue considerada como la ferretería más hermosa del mundo, calificativo que le dio una revista estadounidense enfocada en materia comercial.
Fue en 1995 cuando la empresa cerró operaciones.
El edificio quedó desocupado algunos años y posteriormente fue rentado por el banco Scotiabank para operar como sucursal bancaria, respetando la fachada aunque en el interior se le hicieron algunas modificaciones que no respetaron la esencia y materiales del lugar.
Este banco dejó de rentar el edificio Langstroth en 2013 y desde entonces ha permanecido desocupado.
Por desgracia los nuevos dueños del predio buscaron su demolición pues se contempla la construcción de una torre de usos múltiples en el espacio de este lugar y de predios aledaños.
Afortunadamente el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) rechazó la solicitud de demolición y exigieron que se respete el edificio, no solo su fachada. Lograron convencer a los dueños que integraran el edificio a su proyecto, a través de un proceso de intervención en el que se respete la construcción en su totalidad.